Cuando la Mujer Mariposa llegó al lugar fue la sensación, todos querían verla para corroborar si era de verdad, hubo incluso quienes quedaron impactados al ver sus coloridas alas, y claro está todo el mundo le aplaudía cuando ella mostraba sus maravillosas alas en público.
Al caer en razón que el pueblo entero le buscaba para admirarle, comenzó a cobrar por dejarse ver, el lugar en dónde cada noche, el pueblo entero se reunía para verla, estaba abarrotado, llegaba gente de otras ciudades, puedo afirmar que hasta en otros paises se corrió el rumor, y desde allá venían a verle, tenían que apuntar su nombre y la fila de espera para poder entrar a verle, llegó a tener meses repletos, quiénes querían verla tardaban semanas en lograr conseguir un espacio en dicho recinto.
Sin embargo, como La Mujer Mariposa no tenía mayor talento, sólo la particularidad de sus inconmensurables alas y no hacia más, que mostrarse en público, pasear por el esenario y deslumbrar a todos cuando abría a tope su alas y emprendía el vuelo al rededor del lugar, al poco tiempo dejó de ser la sensación, su lugar de exhibición poco a poco perdía fama y las listas de espera para pasar a verla, fueron cada vez más cortas hasta quedar en blanco.
Hoy en día, luego de tal experiencia, la mujer mariposa retomó el rumbo de su vida, abrió un salón en dónde corta el pelo y pone uñas de acrílico, resultó ser más talentosa en ello que en los espectáculos nocturnos.
Al caer en razón que el pueblo entero le buscaba para admirarle, comenzó a cobrar por dejarse ver, el lugar en dónde cada noche, el pueblo entero se reunía para verla, estaba abarrotado, llegaba gente de otras ciudades, puedo afirmar que hasta en otros paises se corrió el rumor, y desde allá venían a verle, tenían que apuntar su nombre y la fila de espera para poder entrar a verle, llegó a tener meses repletos, quiénes querían verla tardaban semanas en lograr conseguir un espacio en dicho recinto.
Sin embargo, como La Mujer Mariposa no tenía mayor talento, sólo la particularidad de sus inconmensurables alas y no hacia más, que mostrarse en público, pasear por el esenario y deslumbrar a todos cuando abría a tope su alas y emprendía el vuelo al rededor del lugar, al poco tiempo dejó de ser la sensación, su lugar de exhibición poco a poco perdía fama y las listas de espera para pasar a verla, fueron cada vez más cortas hasta quedar en blanco.
Hoy en día, luego de tal experiencia, la mujer mariposa retomó el rumbo de su vida, abrió un salón en dónde corta el pelo y pone uñas de acrílico, resultó ser más talentosa en ello que en los espectáculos nocturnos.
